Un estudio realizado por el Instituto Politécnico Nacional (IPN) de la Ciudad de México ha determinado que la cáscara de la palta contiene compuestos bioactivos con propiedades potentes, capaces de brindar efectos terapéuticos útiles para tratar distintas enfermedades
La palta producida en nuestro país, conocida como el “oro verde peruano”, es apreciada por su alta calidad y sabor distintivo. Se caracteriza por una textura cremosa y una piel de color verde oscuro, y destaca por su valor nutritivo, ya que es rica en vitaminas D, E, C y K, además de contener ácidos grasos saludables.
Esta fruta resulta ideal para una gran variedad de preparaciones culinarias, como ensaladas y salsas y también forma parte del desayuno de los peruanos al ser consumida como acompañamiento del pan. Cultivada en los fértiles valles de nuestro país, su sabor suave y mantecoso la convierte en una de las favoritas a nivel mundial, es exportada a numerosos países y es la segunda más comprada en todo el mundo.
Si bien las propiedades de la palta son ampliamente conocidas, lo que se ignoraba hasta ahora es que sus cáscaras también poseen beneficios para la salud. Un estudio realizado por el Instituto Politécnico Nacional (IPN) de la Ciudad de México ha determinado que la cáscara de la palta contiene compuestos bioactivos con propiedades potentes, capaces de brindar efectos terapéuticos útiles para tratar distintas enfermedades.
Un equipo de investigación liderado por Emir Martínez Gutiérrez del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del IPN está analizando la cáscara de palta (fruta conocida en México como “aguacate”) como una fuente potencial de compuestos de interés médico.
Según una nota de dicho centro, “el trabajo más reciente de Gutiérrez se enfocó en evaluar el impacto del método de extracción de epicatequina y ácido clorogénico a partir de la cáscara de palta, ya que estos compuestos bioactivos con propiedades antioxidantes podrían actuar como agentes terapéuticos en enfermedades relacionadas con el estrés oxidativo.”
El estrés oxidativo ocurre cuando un exceso de moléculas inestables, conocidas como radicales libres, no encuentra suficientes antioxidantes para neutralizarlas. Según el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, este desequilibrio puede dañar células y tejidos del cuerpo. Si el estrés oxidativo se prolonga, contribuye al envejecimiento, inflamación crónica, cáncer y otras enfermedades.
Además, la epicatequina es un compuesto prometedor en el tratamiento de enfermedades como la diabetes y el cáncer. Por su parte, el ácido clorogénico es conocido por sus múltiples beneficios: actúa como antioxidante, protege el corazón, cuida el cerebro y puede ayudar a prevenir la obesidad.
Cabe señalar que el extracto de cáscara de palta mostró un notable efecto contra varias bacterias, entre ellas Listeria innocua, Escherichia coli, Lactobacillus sakei, Weissella viridescens y Leuconostoc mesenteroides, según el artículo “Fitoquímicos en la cáscara de aguacate y sus usos potenciales” de la revista Food and Health.
En el caso particular de Listeria innocua, la mayor eficacia antimicrobiana se alcanzó con una mezcla compuesta por un 61% de extracto de cáscara y un 39% de nisina, un conservante natural.
Cómo prevenir el estrés oxidativo
El estrés oxidativo se asocia con numerosas enfermedades, tales como la artritis reumatoide, enfermedad de Parkinson, enfermedad de Alzheimer, arteriosclerosis, diabetes, periodontitis, cardiomiopatías, cáncer, hipertensión arterial y cirrosis.
Entre los síntomas del estrés oxidativo se encuentran el envejecimiento prematuro, arrugas, piel opaca, cabello frágil, deterioro cognitivo acelerado, artritis, asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) e inflamación crónica.
El estrés oxidativo puede prevenirse mediante una dieta rica en antioxidantes, ejercicio regular y evitando tanto el tabaco como el alcohol. Además, es fundamental limitar la exposición al sol y utilizar protector solar.
Entre los alimentos que ayudan a prevenir el estrés oxidativo se incluyen: frutas y verduras como naranjas, espinacas, brócoli, frutos rojos y tomates; legumbres y cereales; pescados ricos en omega-3 como el salmón y el atún; especias como ajo, kion, cúrcuma, orégano, canela y clavo; cacao puro o chocolate negro con alto contenido de cacao; té verde; y granos enteros como quinoa, arroz integral, cebada y avena.
También es posible consumir multivitamínicos que contengan vitaminas A, E, C y minerales como zinc o magnesio.
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Cómo consumir la cáscara de palta
Es importante considerar que el sistema digestivo humano no está diseñado para procesar la cáscara de aguacate, lo cual podría causar molestias gastrointestinales. Por este motivo, entre los métodos más comunes de aprovechamiento de la cáscara se encuentran:
- Infusión de cáscara de aguacate: es posible preparar una infusión para obtener algunos de sus antioxidantes y otros compuestos beneficiosos. Para hacerlo, se hierven trozos de cáscara de aguacate en agua durante algunos minutos y luego se deja reposar antes de consumir. Se puede añadir un poco de miel o limón para mejorar el sabor.
- Polvo de cáscara de aguacate: algunas personas optan por secar la cáscara al sol o en un deshidratador y luego molerla hasta obtener un polvo fino. Este polvo puede mezclarse con otros ingredientes para incorporarlo en recetas, batidos o como suplemento alimenticio.