domingo, diciembre 7

Prácticas virales para dormir mejor: opiniones de especialistas y por qué la evidencia científica no es suficiente


El uso de aceites esenciales, la cinta adhesiva en la boca o el consumo excesivo de melatonina, generan preocupación entre médicos, quienes advierten sobre la falta de respaldo y los posibles riesgos para la salud

Cuando un paciente anuncia haber dormido mejor gracias a un truco visto en redes, los médicos escuchan, evalúan y a menudo descubren detrás de esa tendencia una moda sin respaldo científico, potencialmente riesgosa.

Las tendencias virales sobre el sueño circularon con fuerza en plataformas sociales y captaron la atención de especialistas en pulmonología, neurología y medicina general en Estados Unidos. Las cifras oficiales informan que entre 50 y 70 millones de estadounidenses padecen algún tipo de trastorno del sueño, según la National Sleep Foundation.

El auge de estas prácticas no solo obedece a la búsqueda de soluciones rápidas, sino también a la dificultad para acceder a tratamientos validados y a la creciente desconfianza en la atención médica formal. La atención directa del médico suele sustituirse por el consumo de videos, hilos y publicaciones virales, lo que llevó a numerosos expertos a alertar sobre los posibles perjuicios asociados a estos llamados “sleep hacks”.Entre 50 y 70 millonesEntre 50 y 70 millones de estadounidenses sufren trastornos del sueño, lo que incentiva la búsqueda de soluciones rápidas y prácticas no clínicas (Imagen Ilustrativa Infobae)

El neumonólogo David Beuther, profesor en National Jewish Health de Denver, relató a Medscape“A menudo encuentro alentadora la información confiable que circula en la red, pero me preocupa la velocidad con la que puede propagarse la desinformación”.

1. Uso de aceites esenciales

El empleo de aceites esenciales en formato de aerosol o tópicos se promueve en redes como un auxiliar seguro para conciliar el sueño. Las publicaciones suelen mencionar variedades como lavanda o eucalipto y sugieren que la inhalación o la aplicación dérmica pueden facilitar el descanso.No existen pruebas robustas queNo existen pruebas robustas que confirmen la eficacia o seguridad del uso de aceites esenciales para dormir mejor – (Imagen Ilustrativa Infobae)

No existen estudios robustos que respalden estas afirmaciones ni consenso médico sobre su eficacia o seguridad.

2. “Sleepy girl mocktail”

El consumo de bebidas no alcohólicas diseñadas para promover el sueño es una de las tendencias más replicadas en comunidades digitales.

Apodadas “sleepy girl mocktails”, estas mezclas incluyen ingredientes variables como jugos, sales minerales, suplementos de magnesio o melatonina en polvo. El atractivo radica en la facilidad de preparación y la promesa de un efecto inmediato.Las llamadas “sleepy girl mocktails”Las llamadas “sleepy girl mocktails” y otras bebidas para dormir pueden promover el consumo inadvertido de suplementos riesgosos, según especialistas (Freepik)

De acuerdo con Medscapeestas mezclas carecen de respaldo científico y su uso excesivo puede favorecer el consumo inadvertido de suplementos o aditivos potencialmente dañinos.

3. “Bed rotting” o descanso prolongado en cama

El llamado “bed rotting” cobró notoriedad en plataformas como TikTok. La práctica consiste en permanecer en la cama durante varias horas fuera del período habitual de sueño bajo la creencia de aumentar el descanso.

Según datos de la Academia Americana de Medicina del Sueño, un 24% de los integrantes de la Generación Z reconoció haber practicado esta tendencia en el último año.

Al respecto, la doctora Anne Marie Morse, vocera de la AASM, señala que “el propósito principal de la cama es dormir” y advierte que utilizarla sistemáticamente para otras actividades podría impactar la calidad del descanso. Morse recomienda establecer hábitos regulares de sueño y consultar a un médico ante dificultades persistentes para dormir.Permanecer varias horas en laPermanecer varias horas en la cama fuera del horario habitual de descanso puede alterar los ritmos de sueño, según advierten neurólogos (Imagen Ilustrativa Infobae)

Gunjan Narwani, neuróloga en Houston Methodist Clear Lake Hospital, explicó que esta costumbre puede distorsionar el ritmo circadiano y disminuir el impulso natural de dormir: “La permanencia excesiva en cama fuera del horario de sueño normal puede alterar los patrones de descanso y asociarse a reducción en la calidad del sueño”.

4. Cinta adhesiva en la boca (Mouth taping)

El uso de cintas médicas o hipoalergénicas para sellar la boca durante el sueño constituye una de las corrientes más extendidas. Promovida bajo la idea de forzar la respiración nasal, esta práctica preocupa especialmente a los médicos.

El doctor David Beuther alertó: “Mucha gente está usando la cinta bucal, pero no existe evidencia de que aporte beneficios”.

El doctor Daniel Pérez Chada, presidente de la Fundación Argentina del Sueño, consultor del servicio de Neumonología y director de la Clínica del Sueño del Hospital Universitario Austral, le dijo a Infobae en una nota reciente: “Tapar la boca con una cinta porosa no parece una alternativa razonable para tratar las apneas durante el sueño. Existen pocos trabajos publicados en revistas indexadas que se hicieron sobre un pequeño número de pacientes con formas leves de apnea de sueño, es decir aquellas personas que tienen más de 5 y menos de 15 pausas por hora de sueño. Los resultados mostraron mejoría en la reducción del número de apneas y del ronquido, pero no se pueden sacar conclusiones firmes a partir de estudios realizados en un pequeño número de pacientes en los que se midieron algunos pocos parámetros”.El uso de cinta enEl uso de cinta en la boca durante el sueño preocupa a los expertos por la posible obstrucción respiratoria y ausencia de evidencia de beneficios (Imagen Ilustrativa Infobae)

Beuther subrayó que la ausencia de estudios con resultados concluyentes y los posibles riesgos para personas con congestión nasal, apnea del sueño o enfermedades respiratorias crónicas podrían exponerles a episodios de obstrucción respiratoria. “La boca funciona como una válvula de seguridad; si hay congestión nasal, la única forma de respirar puede ser por la boca”, señaló, tras lo cual advirtió que el uso de cinta puede incrementar el esfuerzo respiratorio nocturno y favorecer el reflujo gástrico.

5. Exceso de suplementos: melatonina y magnesio

La venta y consumo de suplementos como melatonina y magnesio ha crecido al calor de sus supuestos beneficios para conciliar el sueño. El doctor Jeffrey Chester, director médico en Ohana Luxury Addiction Treatment Center, comentó que la administración desmedida de melatonina “podría provocar problemas, como sedación al día siguiente e interacciones con antidepresivos”, mientras que la toma inapropiada de magnesio se asocia a toxicidad en dosis altas.

Sudha Tallavajhula, profesora de la McGovern Medical School y directora médica en el TIRR Memorial Hermann Neurological Sleep Medicine Center de Houston, remarca el peligro de estos suplementos en niños y adolescentes: “Especialistas en pediatría previenen contra el uso de melatonina en menores porque puede llevar a situaciones de emergencia si no se administra en forma correcta, además de que algunos preparados incluyen aditivos que son dañinos”.El consumo excesivo de melatoninaEl consumo excesivo de melatonina y magnesio puede provocar efectos adversos, especialmente en menores, advierten médicos especialistas (Imagen ilustrativa Infobae)

Sobre el magnesio, Tallavajhula puntualiza: “El magnesio es otro suplemento publicitado que también puede ser perjudicial en dosis elevadas”.

Dispositivos y soluciones no médicas

Algunas personas exploran el uso de dispositivos o técnicas no convencionales para sortear dificultades con terapias tradicionalmente recomendadas, como la presión positiva continua en la vía aérea (CPAP) o la terapia cognitivo-conductual.

El neumonólogo Beuther describe las dificultades que generan estos enfoques: “Una vez que se obtiene el equipamiento médico, estos dispositivos pueden volver algunas tareas del sueño complejas: suelen ser ruidosos, calientan el ambiente y se enredan en los tubos, afectando la comodidad y, en ocasiones, el descanso”. Aunque esta reacción apunta a los tratamientos tradicionales, denota la búsqueda de otro tipo de soluciones por fuera de las pautas clínicas.

El especialista concluyó: “Hay muchas necesidades por cubrir. Tenemos una población que envejece, el sistema médico está tensionado, los pacientes no acceden a toda la atención que necesitan y, a medida que se hacen mayores, aumenta la convivencia con patologías múltiples”.