La intervención quirúrgica durante las primeras etapas del desarrollo embrionario sería la vía más eficiente para corregir fallos en órganos vitales.
Un equipo de cirujanos en Japón ha logrado el primer trasplante exitoso de tejido renal en fetos de rata dentro del útero de su madre. La técnica que permitió que los animales obtuvieran un nuevo riñón representa un avance para las cirugías humanas del futuro. La intervención liderada por el nefrólogo Takashi Yokoo, de la Faculta de Medicina de la Universidad Jikei, en Tokio, introdujo un “proto riñón” a varios fetos mientras se encontraban en proceso de gestación. El tejido proveniente de otro embrión se desarrolló con naturalidad hasta que formó una estructura capaz de producir orina.
Yokoo afirma que las estructuras renales internas y externas confirmaron un órgano maduro. Incluso los vasos sanguíneos de los fetos crecieron dentro del tejido donado. Sin embargo, aunque las crías nacieron vivas, su riñón nunca conectó con el sistema urinario. El órgano fue puesto en observación durante semanas mientras extraían la orina que generaba.
Científicos crearon un ratón de seis patas para entender más sobre las “estructuras primordiales” de los embriones
La desactivación de un gen a la mitad del desarrollo embrionario de un ratón derivó en que sus genitales se transformaran en un nuevo par de extremidades.
Para el procedimiento, el equipo japonés trasplantó nueve fetos en cuatro ratas preñadas. De todos ellos, solo ocho tuvieron un nuevo riñón. Para localizar fácilmente el tejido que provenía del embrión donante, usaron una técnica genética de expresión de proteínas con coloración verde. Esta forma de reconocimiento es usada habitualmente en experimentos de trasplante, como ocurrió recientemente con el mono quimera.
El estudio también reveló que los órganos injertados en fetos tienen una menor tasa de rechazo en comparación con los injertos en ratas adultas. Por lo tanto, la intervención quirúrgica durante las primeras etapas del desarrollo embrionario es la vía más eficiente para corregir fallos en los órganos, al menos en mamíferos. Los resultados de la cirugía de Japón están disponibles en el servidor bioRxiv; todavía aguardan su revisión por pares.
Xenotrasplantes en fetos y adultos
La técnica que ahora implementó Yokoo algún día intentará combatir el síndrome de Potter. Esta es una extraña condición en la que un feto humano no desarrolla riñones funcionales, por lo que la persona muere a las pocas horas de nacer. Se desconoce el mecanismo genético que impide el desarrollo del órgano vital, pero su detección temprana mediante ultrasonidos movilizará a médicos para insertar tejido en el sitio donde falte, piensan los expertos.
La ciencia médica apuesta por los xenotrasplantes para tratar las afecciones humanas relacionadas con órganos internos y la falta de donadores. Los casos más llamativos en los últimos años son los injertos de corazón, hígado y riñón de cerdo. Las operaciones han resultado exitosas, pero el seguimiento a cada caso revela que todavía hay mucho camino por recorrer.
Por ejemplo, Lawrence Faucette, la segunda persona que recibió un corazón de cerdo murió seis semanas después de someterse al procedimiento experimental. La noticia fue un duro golpe al campo de los xenotrasplantes pues el órgano fue intervenido con al menos 10 modificaciones genéticas para evitar la probabilidad de rechazo.
Por otro lado, el primer paciente que recibió un trasplante de riñón de cerdo no tuvo complicaciones en el proceso, aunque su monitoreó continuará durante los siguientes meses. Ante la avalancha de xenotrasplantes, los cirujanos se mantienen positivos sobre su uso en las próximas décadas.