Habitualmente, la aplicación de un tratamiento adecuado ayuda a reducirlas e incluso a eliminarlas
El estrés, la falta de hidratación, el déficit de sueño o la mala alimentación dejan rastro en la piel. Así, esta última es muchas veces el reflejo de nuestra salud general. Y no sólo eso, es también el recuerdo de una vida. Las arrugas, las cicatrices o las manchas dan prueba de lo vivido.
En este sentido, es habitual que con el paso de los años surjan manchas nuevas en la piel. Algunas como consecuencia del sol y otras como resultado del paso de los años. Ahora bien, siempre hay que estar pendientes de ellas, ya que aunque la mayoría no van asociadas a causas malignas, otras pueden indicar problemas graves de salud.
Qué son las manchas oscuras de la piel
Al hablar de manchas marrones en la piel hablamos del melasma, también conocido como cloasma. Esta afección hace referencia a la aparición de manchas oscuras en áreas expuestas al sol. Esta hipermelanosis adquirida es crónica, recurrente y suele presentarse de manera simétrica.
Las manchas hiperpigmentadas suelen aparecer en el rostro, particularmente en la frente, mejillas y labio superior, aunque también pueden manifestarse en otras áreas como el escote y los brazos.
Por qué salen manchas oscuras en la piel
Estas manchas oscuras, que se producen por un aumento en la melanina, el pigmento encargado de dar color a la piel. Surgen por distintas causas, desde factores externos como la exposición solar hasta condiciones internas relacionadas con la genética, hormonas o ciertos problemas de salud.
De esta forma, la exposición prolongada y sin protección al sol es una de las principales razones, ya que los rayos ultravioleta estimulan la producción de melanina como mecanismo de defensa. Por ello, zonas fotoexpuestas como el rostro, el escote y las manos son las más propensas a desarrollar este tipo de manchas. Otro de los factores más frecuentes son los cambios hormonales, especialmente en mujeres durante el embarazo o con el uso de anticonceptivos, que favorecen la aparición de melasma.
Entre tanto, hay que tener en cuenta que el envejecimiento también influye, ya que con los años la regeneración celular disminuye y se forman manchas asociadas a la edad, conocidas como léntigos solares. Además, ciertas enfermedades o trastornos como la hiperpigmentación postinflamatoria, desencadenada por acné, heridas o dermatitis, pueden dejar manchas residuales.
El uso de algunos medicamentos, como antibióticos o quimioterápicos, también puede sensibilizar la piel al sol y provocar manchas. Incluso factores como la genética o la exposición a contaminantes ambientales contribuyen a su desarrollo.
Por ello, para evitar el desarrollo de este tipo de manchas, es importante llevar a cabo algunas medidas preventivas, entre las que se incluye evitar la exposición prolongada al sol, la utilización de protección solar diaria y el mantener una rutina de cuidado cutáneo adecuada.
Cómo tratar las manchas oscuras de la piel
Las manchas oscuras en la piel pueden tratarse y, en algunos casos, reducirse e incluso eliminarse. Los tratamientos más comunes incluyen productos tópicos con ingredientes como ácido glicólico, ácido kójico, vitamina C, niacinamida o retinoides, que ayudan a exfoliar la piel y disminuir la producción de melanina.
En casos más severos, los dermatólogos pueden recomendar procedimientos como peelings químicos, microdermoabrasión o láser, diseñados para renovar la piel y aclarar las manchas.