La experta aclara que las personas sanas pueden consumir ambos tipos de leche sin problemas
Ante la creciente preocupación de la población por el tipo de leche que puede consumir, muchas personas se preguntan si la de vaca es realmente la mejor opción para nuestra salud digestiva pues, sin duda, es la más consumida. La tendencia en aumento de los diagnósticos de intolerantes a la lactosa no responde necesariamente a un incremento de casos, sino a una mejora en la detección. Sin embargo, hay quienes consideran que sustituir laleche de vaca por la de cabra podría ser más beneficioso para nuestra salud. Pero, ¿qué dice la ciencia al respecto?
María de los Ángeles García, más conocida como @BoticariaGarcía en sus redes sociales, es farmacéutica, nutricionista-dietista y divulgadora científica, por lo que también se ha hecho eco de esta tendencia actual. Aunque asegura que “las personas sanas pueden consumir los dos tipos de lácteos sin problema”, existen algunas diferencias entre ellas en cuanto a su perfil nutricional.
La primera diferencia se encuentra en las proteínas, pues las que están presentes en la leche de cabra “pueden ser más fáciles de digerir para algunas personas”. Otra diferencia es el tamaño de los glóbulos de grasa, explica Boticaria García, pues la de cabra forma glóbulos más pequeños y es también más fácilmente digerible. Sin embargo, insiste en que la mayoría de las personas pueden consumir ambas sin problema. En términos nutricionales generales, ambos lácteos son muy parecidos.
¿Cuál es mejor si tengo molestias?
A pesar de la similitud entre la leche de cabra y la leche de vaca, una de ellas puede ser más ligera que otra y más favorable para ciertas personas con molestas gastrointestinales. “En muchas ocasiones, se debe a alimentos concretos que pueden sentar mal, como las intolerancias. Por ejemplo, en la intolerancia a la lactosa hay persona que toleran mejor algunos tipos de lácteos que otros y hay que valorarlo de manera individual”, aclara a través de un vídeo en sus redes sociales.
No obstante, “este boom de alteraciones digestivas ocurre porque comemos y vivimos cada vez de forma menos saludable. Si desde hace algún tiempo notas que algo no va bien [en tu estómago], el mejor consejo que puedo darte es que no hagas cambios anecdóticos en tu alimentación porque pueden retrasar el diagnóstico de una posible patología. Consulta siempre con tu médico para que valore individualmente tu caso”, aconseja la experta.
Por qué la leche es buena para la salud
La leche es una fuente rica en nutrientes esenciales que contribuyen a mantener una buena salud, especialmente por su alto contenido de calcio, un mineral crucial para el desarrollo y mantenimiento de huesos y dientes fuertes, lo que ayuda a prevenir enfermedades como la osteoporosis. También contiene vitamina D, que mejora la absorción de calcio y promueve la salud ósea. Además, la leche aporta proteínas de alta calidad que son fundamentales para la reparación y el crecimiento de tejidos, así como para la producción de enzimas y hormonas esenciales en el cuerpo.
Otro beneficio importante de la leche es su contribución al fortalecimiento del sistema inmunológico y la regulación de funciones metabólicas. Contiene vitaminas del grupo B, como la B12 y la riboflavina, que son esenciales para la producción de energía y la formación de glóbulos rojos. Asimismo, este lácteo es una buena fuente de potasio, que ayuda a regular la presión arterial y mejora la salud cardiovascular.