Investigaciones recientes destacan el potencial de ciertas prácticas para reducir el riesgo de deterioro mental, especialmente en personas mayores
El yoga , conocido desde hace mucho tiempo por sus beneficios físicos, está ganando reconocimiento por su impacto positivo en la salud cognitiva y mental. De acuerdo con información de The Washington Post, nuevas investigaciones sugieren que esta práctica puede ser particularmente útil para las personas mayores en riesgo de deterioro cognitivo y enfermedades como el Alzheimer.
Helen Lavretsky, profesora de psiquiatría en la UCLA, mencionó que el yoga ofrece “un beneficio para todo el cuerpo”, subrayando la interconexión entre cuerpo y mente.
En un estudio reciente destacado por el diario norteamericano, se revisaron los efectos del yoga en adultos mayores. Los investigadores llevaron a cabo un ensayo con 79 mujeres mayores de 50 años, todas ellas con riesgo aumentado de deterioro cognitivo. Estas mujeres se dividieron en dos grupos: uno practicó Kundalini Yoga bajo supervisión certificada durante 12 semanas, y el otro recibió estrategias de memoria. Al cabo de 24 semanas, las participantes reportaron menos deterioro cognitivo en comparación con las que solo recibieron entrenamiento de memoria.
Sat Bir Singh Khalsa, profesor asociado de medicina en la Facultad de Medicina de Harvard, afirmó a The Washington Post que la práctica del yoga “se trata de optimizar su funcionamiento y desempeño como ser humano en todos los niveles”. Khalsa, quien también es editor en jefe del International Journal of Yoga Therapy, enfatizó que los diferentes componentes del yoga – respiración, relajación física, meditación de atención plena y posturas – ofrecen un “bufé” de beneficios que permiten a las personas enfocarse en lo que más les atrae.
Lavretsky mencionó las limitaciones de la reciente investigación: no se compararon los efectos del yoga ni del entrenamiento de la memoria con intervenciones habituales, lo que impide generalizar los resultados a otras poblaciones. Sin embargo, el estudio destaca que los participantes que practicaron yoga mostraron una mayor protección contra la pérdida de volumen de materia gris en el cerebro, una zona fundamental para la memoria.
Además, un metanálisis de 2015 revisado en The Washington Post concluyó que el yoga mejora la atención, la velocidad de procesamiento, la función ejecutiva y la memoria en niños y adultos saludables. Un estudio de 2021 corroboró estos hallazgos en adultos mayores sanos, donde se observará una mejora significativa en la cognición y funciones ejecutivas.
Neha Gothe, profesora adjunta en la Universidad Northeastern, explicó que los efectos del yoga surgen por dos mecanismos biológicos principales. Primero, la reducción del estrés, ya que los diferentes componentes del yoga disminuyen la reactividad al estrés. Esto, a su vez, reduce la exposición crónica al cortisol y citocinas inflamatorias, ambos vinculados al deterioro cognitivo. “Sabemos que el cerebro va a funcionar mejor si estás menos estresado”, comentó Gothe.
Sat Bir Singh Khalsa también explicó que la práctica constante del yoga mejora la eficiencia neurocognitiva, lo que se traduce en una mejor utilización de los recursos cognitivos limitados. “Tu mente divaga, la traes de vuelta, y se produce un ciclo incesante de conciencia y reflexión”, dijo Khalsa a The Washington Post, resaltando los beneficios de focalizar la atención.
Los practicantes de yoga, según estudios mencionados por The Washington Post, muestran un incremento en el volumen de materia gris en el hipocampo, una región del cerebro crucial para la memoria, así como en la corteza insular.
Para aquellos interesados en iniciar la práctica del yoga, The Washington Postrecomienda buscar un profesional capacitado. Iniciar con clases presenciales para aprender los conceptos básicos de forma segura y correcta es esencial. Gothe recomienda, asimismo, recurrir a la Asociación Internacional de Terapeutas de Yoga para encontrar instructores calificados. Además, es fundamental probar diferentes estilos hasta encontrar el más adecuado; el Kundalini Yoga, que incluye respiración, meditación, relajación y posturas físicas, se destaca por sus múltiples beneficios, mientras que el Hatha Yoga, aunque más enfocado en posturas físicas, también brinda importantes ventajas para la salud.
Para prevenir lesiones, Lavretsky aconseja prestar atención al cuerpo. “No puede obligarlo a hacer cosas. Y si siente dolor o malestar, escuche al cuerpo. Deje de hacer lo que esté haciendo y consulte a los expertos”, comentó a The Washington Post. Según Khalsa, la clave para obtener resultados es la práctica constante: “Si no practica, no funciona. Es así de sencillo”.