jueves, abril 4

Más allá de la infertilidad: los nuevos desafíos demandan una visión integral de la medicina reproductiva

La medicina reproductiva ha enfrentado desafíos cruciales en las últimas décadas, abordando la creciente prevalencia de la infertilidad a nivel mundial. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que aproximadamente el 17,5% de la población adulta, equivalente a 1 de cada 6 personas, experimenta infertilidad, “una enfermedad del sistema reproductor masculino o femenino, definida por la imposibilidad de lograr un embarazo después de 12 meses o más de relaciones sexuales regulares sin protección”, tal como la define la propia entidad sanitaria internacional.

En la Argentina, estas estadísticas no nos son ajenas. La Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva (SAMeR) estima que entre un 15 al 20% de la población afronta problemas de fertilidad.

Sin embargo, a las dificultades que provienen de problemas en los sistemas reproductores masculino o femenino se suman nuevos desafíos que se originan en cambios en la dinámica social. Hoy la mujer pospone su maternidad y es muy común que los problemas de fertilidad sean más por una cuestión de tiempo.

De esta manera, en forma tendencial, cada vez más, la medicina reproductiva deberá lidiar con el proceso de evolución social y los cambios que de él se deducen, por lo cual las instituciones y especialistas de la materia tienen que estar, como nunca, más dispuestos a la adaptación y a enfocar las problemáticas con una mente abierta y sensible a las modificaciones del entorno. Los nuevos conceptos de familia, la revisión de la idea de pareja, la monogamia puesta en entredicho, entre otros emergentes, están cada vez más en agenda.

Históricamente, las parejas buscaban tener hijos, y si enfrentaban dificultades, venían al médico en busca de soluciones. Ahora, surgen diversas formas de familia y deseos reproductivos. En Procrearte siempre hemos estado abiertos y atentos a la evolución de las distintas demandas sociales, entendiendo que el cambio es constante

De hecho, en nuestro centro la preservación de la fertilidad estuvo entre los servicios que más crecieron, con un impacto importante post-pandemia. Aumentaron un 177%, reflejando la creciente tendencia de las mujeres que desean congelar óvulos. Aunque esta tendencia se estabilizó en cierta medida, actualmente presentan un 30% crecimiento interanual 2022-2023.

Nuestra performance no es, sin embargo, un caso aislado: en un informe reciente, la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva (SAMER) estimó un aumento cercano al 20% anual en los casos de congelamiento de óvulos en diversos centros de fertilidad. El 60% de las mujeres busca concebir por primera vez después de los 35 años, según datos de la misma entidad médica.

Todo este derrotero pone en evidencia cómo la medicina reproductiva está permanentemente desafiada a reinventarse desde su concepción original.

Esta dinámica de cambios opera en tiempo real. Prueba de ello es que, mientras escribimos estas líneas, la medicina reproductiva ya está inmersa en un nuevo cambio de paradigma, en este caso tomando ahora la genética como base fundamental para ofrecer tratamientos personalizados y preventivos a la población en general, no solo a aquellos que enfrentan problemas de fertilidad.

Tengamos en cuenta que la industria farmacéutica ya se encuentra inmersa en el desarrollo de medicamentos personalizados basados en la genética, marcando un cambio significativo en la forma en que se aborda la salud. Por esto hemos establecido en Procrearte un área de genética como un servicio integral, no solo para los pacientes sino también para los profesionales de la salud. Este servicio ofrece la interpretación de estudios genéticos realizados fuera del país, adaptando los resultados a tratamientos personalizados. Surge así la visión de ‘Pre Family’, que busca ofrecer un enfoque preventivo y genético a toda la población en edad reproductiva, llevando la genética a un nivel más amplio”.

La visión de “Pre Family” se concreta en la oferta de un estudio a cualquier persona en edad reproductiva, independientemente de su situación de pareja. Este análisis evalúa las mutaciones genéticas presentes en cada individuo y el riesgo asociado en el caso de tener descendencia.

Todos somos portadores de mutaciones genéticas. El problema surge cuando en la pareja se comparten esas mutaciones, aumentando el riesgo de afectar a la descendencia. Los estudios de ‘Pre Family’ buscan llevar a cabo una medicina preventiva, identificando posibles riesgos genéticos y, en caso necesario, ofreciendo tratamientos de fertilización asistida enfocados en evitar complicaciones genéticas en la descendencia.

Una de las fortalezas de Procrearte radica, precisamente, en la aplicación de estudios genéticos avanzados, como el análisis genético de embriones. Este procedimiento permite determinar la normalidad genética de los embriones, mejorando la tasa de éxito en tratamientos de fertilización in vitro.

En 2016, la sanción de la ley de reproducción médicamente asistida marcó un hito significativo al establecer la inclusión de los tratamientos de reproducción asistida dentro del PMO. Este cambio no solo transformó la dinámica de los tratamientos, sino que también nos llevó a ampliar nuestra propuesta de valor, desarrollando convenios con más de 70 financiadores de la salud.

La Ley 26.862 establece que toda persona mayor de edad, cualquiera sea su orientación sexual o estado civil, tenga obra social, prepaga o se atienda en el sistema público de salud, puede acceder de forma gratuita e igualitaria a las técnicas y procedimientos realizados con asistencia médica para lograr el embarazo.

Esta expansión no solo brindó a los pacientes la posibilidad de acceder directamente al centro a través de la cartilla de su cobertura médica, sino que también permitió la integración de médicos de la red que ahora pueden atender en Procrearte o en consultorios externos, ofreciendo flexibilidad y libertad de elección a los profesionales y pacientes involucrados.

En conclusión, la medicina reproductiva se encuentra en un constante proceso de adaptación, no solo a los desafíos clásicos de la infertilidad, sino también a las transformaciones sociales y tecnológicas. La visión de ‘Pre Family’ y el enfoque en la genética representan pasos audaces hacia un futuro donde la medicina reproductiva no sólo trata los problemas existentes, sino que también los previene desde la base genética. Este enfoque integral refleja nuestro compromiso con la evolución continua para brindar opciones avanzadas y personalizadas a todas las personas en su viaje hacia la paternidad.