La Dra. Luciana Cobo, especialista en cannabis medicinal, explicó con detalles de qué se trata la medicina integrativa, el uso medicinal de cannabis y las diferencias con la medicación química.
Luciana Cobo es médica especialista en cannabis medicinal y habló con MDZ Radio 105.5 FM sobre medicina integrativa para entender de qué se trata y, en ese marco, cómo se usa el cannabis. Además, en una muy interesante conversación, habló de Reprocann (Registro del Programa de Cannabis), autocultivo, prejuicios sociales, avances médicos, diferencias con la medicación química, psicofármacos sobre todo, cómo se usa según el usuario, o paciente, si es adulto, si es niño. Todos estos interrogantes, y varios más, abordó la Dra. Cobo, quien además es miembro de la Comisión de Investigación Clínica de la red de cannabis de uso medicinal e industrial del CONICET.
Para comenzar, Luciana Cobo despejó dudas sobre ¿qué es la medicina integrativa?, y explicó: “En la Facultad de Medicina nos recibimos de médicos, en la Facultad de Psicología de psicólogos, en la de Veterinaria de veterinarios. Hasta ahí nomás nos quedamos, porque los únicos que podemos prescribir cannabis medicinal. Nadie más puede hacerlo en nuestro país. En la Facultad uno se recibe y después puede hacer especialidades. Ninguna especialidad es integrativa. Uno puede hacer gastroenterología, neurología, traumatología y todos los ías que queramos. El tema es cómo unir. Cuando un paciente entra al consultorio es un uno entero, individual, irrepetible, único y está constituido por su esfera física, emocional, cultural, sexual, sus aparatos familiares, y demás. Entonces, el abordaje integrativo es abordar a la persona y a su problemática, o a su cuidado de la salud, que lo ideal desde la medicina es la prevención primaria, atender al paciente sano. La medicina integrativa es unir todas las esferas que componen a cada persona y abordar el problema desde un punto de vista integral. No vamos al hígado, o al fémur, o al cerebro únicamente”. Agregó que también se le llama medicina holística. En este sentido, dijo que “por eso también nuestra comisión del Conicet está integrada no solamente por profesionales de la salud, sino también por otras profesiones que tienen que ver con el trabajo social, la antropología, etcétera”.
En cuanto a la utilización del cannabis medicinal, la Dra. Cobo explicó que “en Argentina tenemos dos leyes: una sancionada en el 2017, reglamentada en el 2020, y otra que tiene que ver con el cáñamo industrial, no tanto con el medicinal. A partir de esa ley, los profesionales de la salud y otros investigadores, podemos tratar a los pacientes con cannabis medicinal“. Agregó: “No solamente podemos hacer tratamientos, sino que también podemos investigar. Hay congresos y exposiciones permanentemente. El más próximo que se me viene a la cabeza es en mayo a través de la Universidad Nacional de La Plata. Estamos continuamente tratando de difundir y expandir el conocimiento transdisciplinariamente”.
Respecto a en qué casos puede usarse, la Doctora fue contundente: “Es recontra importante que sepamos que lo ideal, ante cualquier tipo de medicación, sea legal, sea ilegal, sea un fármaco elaborado por un laboratorio, sea fitomedicina (plantas y hongos de la naturaleza), siempre es conveniente hacer la consulta con un profesional que sepa, que haya estudiado sobre el tema”. Dicho esto, Cobo continuó explicando: “Antiguamente se utilizaba en el mundo el cannabis medicinal únicamente para epilepssia refractaria, para efectos adversos de la quimioterapia, y para la espasticidad en una enfermedad que se llama esclerosis múltiple. En los últimos años, por suerte, hemos construido muchísimos estudios y podemos tratar miles de afecciones con el cannabis medicinal“.
“Lo que tiene de interesante la Cannabis Sativa L (nombre científico) es que actúa sobre nuestro propio sistema endocannabinoide. Las personas, y los vertebrados mamíferos con simetría, tenemos un sistema adentro que se llama ‘sistema endocannabinoide’ y que está distribuido desde el pelo hasta la última uña de los pies: cerebro, vísceras, huesos, paredes de las arterias, etcétera. Por eso se puede explicar que el cannabis medicinal nos haga bien, tanto para el dolor, como para la epilepsia, como para la espasticidad, como para una condición de espectro autista, etcétera” dijo la Dra. Cobo y agregó que “obviamente no le voy a preparar un mismo blend, un mismo aceite de cannabis, a un niño de 3 años con una condición de espectro autista, que a una persona de 80 años con múltiples antecedentes de diferentes enfermedades, por ejemplo, una artrosis. Son diferentes preparados. Por eso es tan importante la consulta”.
Luciana Cobo destacó que “sirve muchísimo para condiciones que tienen que ver con el apetito. Hay muy buenos estudios con muy buenos resultados en pacientes con HIV, anorexia asociada HIV en fases avanzadas y también en afecciones oncológicas en relación al apetito”. Y además, para la salud sexual y reproductiva ya que “hace más de 6000 años, civilizaciones como la china, como la egipcia, utilizaban cannabis para los dolores menstruales, para las migrañas en las mujeres, y demás. No hemos descubierto nada nuevo, solamente le hemos dado nombres y hemos conocido las moléculas. Se utiliza tanto para la dismenorrea, que es el dolor asociado a la menstruación, como para la dispareunia, que puede llegar a ser un dolor asociado al coito que no es normal. También en fases como la menarca (primera menstruación), sobre todo en las fases perimenopausia y la menopausia que está muy cargada de rash, de mucha ansiedad y todo en un cambio porque las mujeres pasamos de ser fértiles a no ser más fértiles, a tener una diferente composición en el cuerpo. Esos cambios hormonales tan importantes, tampoco hay que normalizarlos si generan displacer, o un malestar en la persona que se autodefine mujer”. Agregó que, en este caso, “podría utilizarse un quimiotipo III, que es cannabis rica en cannabidiol, el famoso CBD. Pero, ojo porque esta formulita también puede cambiar dependiendo de la persona. El tratamiento es único e irrepetible, como la persona. O, por lo menos, yo trabajo de esa manera”.
Con respecto a al tema permisos, Luciana explicó que el Reprocann se trata de un registro, donde hay varios roles: “Está el rol del paciente, el rol del profesional, el rol del cultivador solidario, la ONG y demás. Es un registro donde los profesionales podemos vincular a los pacientes que van a cultivar sus plantas. Una vez que el Ministerio de Salud le da el permiso, el paciente ya está autorizado para contener hasta 9 plantas en floración y/o transportar consigo hasta 40 gramos de flores secas, y o seis frascos de 30 ml de aceite de cannabis. Parece poco, pero es un montón”. Por otro lado, explicó que “no es necesario que una persona vaya a un médico, o a un veterinario, o a un odontólogo para pedir el permiso para cultivar. Ahora, en nuestro país el marco legal vigente es la ley 27.350. Si uno quiere cultivar cannabis y estar tranquilo, es conveniente tener el Reprocann vigente. Uno se puede enrolar en el Ministerio como cultivador solidario y, si uno se va a enrolar como paciente, necesita el lazo del profesional que lo va a vincular porque le hace una historia clínica donde justifica por qué diferentes afecciones va a usar el cannabis medicinal.
Al ser preguntada sobre los motivos por los cuales antes se hablaba de “medicina alternativa” y ahora es cannabis medicinal propiamente dicho, y respecto a las diferencias con la medicina tradicional, Cobo dijo: “Amo esta pregunta. Lo que tenemos con las plantas y los hongos es que, prácticamente, carecen de efectos adversos importantes y de tolerancia. Los fármacos químicos pueden presentar un montón de efectos secundarios indeseables. Mucha medicación genera tolerancia, que quiere decir que cada vez se necesita más dosis para lograr el mismo efecto. Esto sucede mucho con los psicofármacos, por ejemplo, con un clonazepam, con un antidepresivo, por nombrar dos ejemplos nada más. Ni hablar de los antiinflamatorios y los gravísimos problemas que tenemos por el uso de analgésicos. O los opioides”. En este sentido, agregó que “las plantas y los hongos vienen a auxiliarnos y decirnos ‘no te intoxiques de semejante manera que mira lo que tenés creciendo en el árbol de la puerta de tu casa’. Es maravilloso”.
En cuanto a los prejuicios, dijo que el tema del cannabis medicinal “no está totalmente derribado. Sigue habiendo prejuicios, tabúes y, por supuesto, en el mundo y en la Argentina sigue habiendo prohibicionismo, oscurantismo, ocultismo. Eso es, lamentablemente, algo que se instauró entre 1920 y 1940 y todavía estamos padeciendo las secuelas de ese tipo de políticas de drogas. Porque droga es cualquier cosa, como el ibuprofeno, el café, etc. No es necesario que algo sea psicoactivo para que sea una droga”. Luciana Cobo continuó comentando que “hay pacientes que vienen contentos a consultar y a pedir su cannabis medicinal, hay otros que los traen sus hijos, o sus nietos. Algunos pacientes, realmente, encuentran la mejoría en un corto tiempo y se amigan con la planta. Otros no, porque tienen sus prejuicios, tienen sus cosas, hay mucho también de efecto psicosomático. Si uno no confía en algo lo más probable es que se la pegue, pero no por el cannabis, sino con cualquier cosa”.
Para contactarla expresó que “lo más rápido es mi página web que es: www.especialistaencannabis.com. De ahí pueden sacar el WhatsApp, el Instagram, etcétera”.