Estiman que unos 300.000 afiliados verán un aumento de 32,38% que se suma al 6,26% autorizado por la Superintendencia de Salud.
Las empresas de medicina prepaga enviarán en los próximos días la facturación de enero y se estima que unos 300.000 afiliados verán aumentos de hasta un 32,38% en sus cuotas, más el 6,26% que corresponde al aumento autorizado por la Superintendencia de Salud, lo que arroja un incremento acumulado de 40,67%.
Se trata de los afiliados que tuvieron la cuota congelada. Durante los últimos meses, algunas prepagas estuvieron facturando con la cuota actualizada, pero especificando como “bonificación” la diferencia. Ahora, la facturación mostrará los nuevos valores sin dicha bonificación.
El aumento de enero del 6,26% corresponde al Índice de Costos de Salud que se aplica con un desfasaje de dos meses. De esta manera, el aumento de enero corresponde al Índice al 30 de noviembre. A fin de mes debería difundirse el porcentaje que se aplicará en febrero.
Desde el sector, se da por sentado que, tras la devaluación del peso, los costos de salud sufrirán un salto importante y, si se mantiene el actual esquema de actualización, volverán a los dos dígitos.
De acuerdo con las estimaciones, un plan medio para un matrimonio sin hijos podría alcanzar los $150.000 mensuales. Aquellos que derivan aportes pagan la diferencia entre el importe del plan y los aportes derivados.
De todos modos, las nuevas autoridades del Ministerio de Salud deberán evaluar varios puntos, entre ellos la forma de indexación de las cuotas y si se mantendrán los beneficios impositivos vigentes para las empresas. En este sentido, deberán definir si se mantiene o no el ajuste de las cuotas según el Índice de Costos de Salud para los que ganan más de 6 Salarios Mínimos Vitales y Móviles (SMVM) o el 90% del RIPTE (Remuneración Imponible de Trabajadores Estables) para el resto (Ingresos inferiores a 6 SMVM) o cada prepaga podrá fijar los valores de las cuotas y los aumentos, sin la regulación de la Superintendencia.
Por otro lado, deberán determinar si mantienen o no los beneficios impositivos y previsionales otorgados a las empresas de salud a cambio de ese congelamiento de las cuotas. Según el decreto 478/2023, las empresas de salud quedaron exentas desde el 1° de septiembre de 2023 hasta el 31 de marzo de 2024, inclusive, del pago de las contribuciones patronales que recibe el Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA).
También, deberán evaluar si continúa el plan de pagos especial en nueve cuotas, con el primer vencimiento en marzo de 2024, para las obligaciones de pago de las contribuciones patronales y del Impuesto al Valor Agregado (IVA) respecto de los períodos fiscales devengados en los meses de agosto, septiembre, octubre y noviembre de 2023.
Con relación al Impuesto sobre los Créditos y Débitos en Cuentas Bancarias y Otras Operatorias a partir del 1° de septiembre de 2023 hasta el 31 de marzo de 2024 inclusive, se aplicarán las alícuotas reducidas que estaban vigentes sólo hasta el 31 de diciembre.