Puertollano (Ciudad Real), 24 mar (EFE).- La medicina gráfica liderada por profesionales sanitarios como Alejandro Martínez, residente de Puertollano y pediatra en el centro de salud de Almodóvar del Campo (Ciudad Real), destaca por su capacidad para humanizar la enfermedad y enseñar empatía a través del poder del cómic.
Martínez, recientemente nombrado vicepresidente de la Sociedad de Medicina Gráfica, comparte su pasión por este método, que considera una “valiosa herramienta didáctica tanto para profesionales sanitarios como para pacientes”, ha manifestado en declaraciones a EFE.
El movimiento de medicina gráfica tuvo sus inicios en 2007, liderado por el médico inglés Ian Williams, quien propuso una conexión entre el cómic y la salud, dando lugar al grupo internacional Graphic Medicine.
En 2016, la doctora española Mónica Lanlanda inició contactos a través de redes sociales con profesionales de la salud interesados en la ilustración y el cómic, lo que culminó en la formación de un grupo multidisciplinario, conformado por médicos, enfermeras y otros profesionales del ámbito sanitario.
Este grupo, al que pertenece Alejandro Martínez, tiene una pasión compartida por el cómic y el uso de imágenes en el ámbito sanitario, y se encarga de realizar reseñas de cómics centrados en temas de salud, analizándolos desde una perspectiva sanitaria y señalando su relevancia para pacientes y cuidadores.
El término “medicina gráfica” hace referencia al uso del cómic, la novela gráfica y la infografía, medios visuales que son utilizados como herramientas prácticas de comunicación sanitaria para profesionales y pacientes.
“El cómic y la novela gráfica tienen la capacidad de permitir a los profesionales comprender la experiencia de vivir una enfermedad desde una perspectiva única, aumentando la empatía y la capacidad de observación”, ha asegurado el pediatra.
Además, son herramientas eficaces para la divulgación sanitaria dirigida a pacientes y para “compartir experiencias entre personas con enfermedades y sus familias”.
A pesar de los prejuicios iniciales que catalogaban al cómic como un medio poco serio, publicaciones médicas de renombre internacional como The Lancet y el British Medical Journal han reconocido su utilidad, incluso incorporando artículos en formato de viñetas.
Tras unos meses de andadura, el equipo de medicina gráfica organizó en 2018 el primer congreso español dedicado a esta disciplina, con el objetivo de dar mayor visibilidad a esta herramienta de comunicación más allá de las redes sociales.
Innovando en el formato tradicional de los congresos médicos, el evento buscó mostrar la necesidad de nuevas herramientas comunicativas en el ámbito sanitario, así como explorar el lenguaje único del cómic y su historia.
“A pesar de los desafíos, la respuesta entusiasta de los ponentes demostró un sólido comienzo para este evento pionero, que ya va por su tercera edición”, ha puntualizado el vicepresidente de la Sociedad Médica Gráfica, entidad que desde principios de este mes de marzo ha pasado de ser asociación cultural a sociedad científica.
Hay un máster propio en medicina gráfica impartido por la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA), un título único dentro de la oferta de postgrado española que forma a profesionales de la salud, sociólogos, periodistas o diseñadores gráficos en el uso del cómic, la novela gráfica o las ilustraciones como herramienta de divulgación sanitaria.
Este máster, en su tercera edición, ofrece a los alumnos la oportunidad de aprender sobre el cómic como recurso de comunicación y adquirir habilidades para la creación y análisis de medicina gráfica, así como para la utilización de medicina gráfica creada por otros.
La iniciativa de la UNIA representa un avance significativo en la formación y el reconocimiento de la medicina gráfica en España, ofreciendo un espacio académico para explorar su potencial en diversos ámbitos profesionales. EFE